¿De qué color es el mar?
Dicen que el mar es un relajante natural.
Seguramente lo habrás comprobado en más de alguna ocasión.
Para los que vivimos cerca del mar, la cotidianidad de poder pasar un rato disfrutando de ese lienzo infinito, a veces nos hace no valorarlo como deberíamos.
Sea poco tiempo o sean horas las que pasemos mirando al mar, siempre encontramos beneficios.
Hay algunas excepciones de personas que les pone nervioso el ruido de las olas del mar, pero en general, el mar tiene un poder hipnótico para la mayoría de las personas.
La sensación de paz, de relax, de infinito, de sentimiento, de bienestar…
EL movimiento de las olas, el olor a salitre que nos penetra por la nariz, la magnitud, la calma… parece que nos cargue de una energía especial.
Realmente, si nos pasamos a pensarlo, nuestro cuerpo está formado por mas de un 65% de agua, así que alguna conexión ha de haber para que nos atraiga tanto con solo mirarlo.
Dicen los expertos que existen muchos beneficios de estar en contacto con el mar. Hacer deportes acuáticos, bucear, tomar el sol en la arena, nadar o simplemente observar como las olas van y vienen.
Relaja, tranquiliza y da paz interior, desconecta de las preocupaciones, libertad, incluso puede ayudar a liberar tu creatividad.
Restaurante con fabulosas vistas al mar en Valencia.
En Maremar tenemos la gran suerte de tener el mar a 10 metros de nuestra terraza.
Es todo un placer para el equipo, trabajar con estas vistas y esta sensación de paz que genera su azul marino, o turquesa, o verde, o gris…
Porque si el mar tiene algo infinito es su variedad de colores. A excepción de algún tono grisáceo que coge cuando está muy revuelto, especialmente en invierno, la variedad de tonalidades de azules y verdes del mar es impresionante.
Si estar un rato comiendo ya es agradable, imaginar pasar el día con estas vistas. Aunque sea trabajando. Una sensación indescriptible. Una maravilla.
Aunque os aseguramos que no tenemos tiempo para el relax durante los servicios de comidas de cada día y de las cenas de Jueves a Domingo.
Precisamente el azul del mar fue la inspiración para la decoración de Maremar. ¡Incluso el nombre!
Desde luego el mar es uno de los atractivos de nuestro restaurante.
No hay nada más agradable que comer mirando el mar. Si te apetece brisa tenemos la terraza. Si te apetece más el fresco del aire acondicionado, puedes comer en el salón.
Pero en todas las opciones tendrás unas vistas envidiables que harán de tu comida familiar, con amigos o de trabajo, una experiencia estupenda que no podrás más que compartir y sobre todo recomendar.